PARA COMPARTIR

poemas de la bicicleta
aprenderlo


LA BICICLETA CON ALAS – JOSÉ PEDRONI

La bicicleta un día va a volar.
La bicicleta de todos.
Ya lo verán.
Le están saliendo las alas.
Son de verdad.

El niño quiere que vuele,
y volará.
El niño irá por el aire
a comprar el pan;
dará una vuelta al campanario
de paloma y cal.
El niño y la paloma
sobre la ciudad.
El niño acompañando al ganso blanco.
Eso se verá.

Le están saliendo las alas.
Ven a mirar.
Mira como el lirio de los campos.
No pienses mal.

Las alas tienen miedo de algo.
Salen y vuelven a entrar.
Miedo de nosotros,
quizás.

Junto al caballo es que desciende el ánsar (1)
crepuscular.
Cuando me ve,
se va.
¿Quién soy?
¿Por qué se va?

Tan pronto los hombres
ganen la paz,
la bicicleta de todos
volará.
La que duerme en las puertas de los cines
volará.
La del cartero
volará.
La de la reina Guillermina, (2)
volará.
La mía _y tuya_
volará.
Por arriba del humo y de los cables
me verás.

La bicicleta tendrá un solo nombre:
Libertad.

El ángel de las aguas
ya no se irá.

Calle ancha del cielo
para mirar.
Flores que nunca vimos,
aquí, allá.
Habrá tiempo para mirar.
Cuánto tiempo perdido,
¡ay!

Tan pronto los hombres
dejen de guerrear,
la bicicleta del mundo
volará.

Todos los pueblos tendrán un velódromo
donde los niños correrán.
De allí alzarán el vuelo.
Darán una vuelta sobre el mar.
Si no lo hubiera
sobre el trigal;
si no lo hubiera,
irán donde lo haya y volverán.
Ir y volver
será como cantar.
Porque la bicicleta
tendrá alas de verdad.
La del cartero, la de la reina Guillermina.
Nadie se caerá.

Todo es cuestión que los hombres
Ganen la paz.


LA BICICLETA – MIGUEL ARTECHE

En rueda está el silencio detenido,
y en freno congelado la distancia.
Qué lejano está el pie, cómo se ha ido
la infancia del pedal sobre la infancia.

El reino del volante sometido
se borra con la sed que hay en la llanta.
La mano que no está tiene un sonido
de tanta ausencia y cercanía tanta.

Cuán remota la edad que en ti palpita
con las velocidades de tu cita,
y qué rápida estás con ser tan quieta,

tan inmóvil pedal dormido ahora
por la lluvia de ayer que te evapora
tu perdida niñez de bicicleta.


ODA A LA BICLETA – PABLO NERUDA

Iba
por el camino
crepitante:
el sol se desgranaba
como maíz ardiendo
y era
la tierra
calurosa
un infinito círculo
con cielo arriba
azul, deshabitado.

Pasaron
junto a mí
las bicicletas,
los únicos
insectos
de aquel
minuto
seco del verano,
sigilosas,
veloces,
transparentes:
me parecieron
sólo
movimientos del aire.

Obreros y muchachas
a las fábricas
iban
entregando
los ojos
al verano,
las cabezas al cielo,
sentados
en los
élitros
de las vertiginosas
bicicletas
que silbaban
cruzando
puentes, rosales, zarza
y mediodía.

Pensé en la tarde cuando los muchachos
se laven,
canten, coman, levanten
una copa
de vino
en honor
del amor
y de la vida,
y a la puerta
esperando
la bicicleta
inmóvil
porque
sólo
de movimiento fue su alma
y allí caída
no es
insecto transparente
que recorre
el verano,
sino
esqueleto
frío
que sólo
recupera
un cuerpo errante
con la urgencia
y la luz,
es decir,
con
la
resurrección
de cada día.


ESTA CIUDAD ES DE MENTIRAS – MARIO BENEDETTI

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las palmeras se doblen
a acariciar la crin de los caballos
y los ojos de las putas sean tiernos
como los de una Venus de Lucas Cranach
no puede ser que el viento levante las polleras
y que todas las piernas sean lindas
y que los consejales vayan en bicicleta
del otoño al verano y viceversa.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que nadie sienta rubor de mi pereza
y los suspiros me entusiasmen tanto como los hurras
y pueda escupir con inocencia y alegría
no ya en el retrato sino en un señor
no puede ser que cada azotea con antenas
encuentre al fin su rayo justiciero y puntual
y los suicidas miren el abismo y se arrojen
como desde un recuerdo a una piscina.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
No puede ser que las brujas sonrían a quemarropa
y que mi insomnio cruja como un hueso
y el subjefe y el jefe de policía lloren
como un sauce y un cocodrilo respectivamente
no puede ser que yo esté corrigiendo las pruebas
de mi propio elogiosísimo obituario
y la ambulancia avance sin hacerse notar
y las campanas suenen sólo como campanas.

No puede ser.
Esta ciudad es de mentira.
O es de verdad
y entonces
está bien
que me encierren.



Realiza  los ejercicio en linea y escribe el puntaje de la respuesta ,vamos eres un piloso y una pilosa.

Resultado de imagen para niños escribiendo animado con movimiento

http://www.mansioningles.com/ejer_nivel49.htm

Comentarios

EDUCACION

cuento de las maquinas

PARA LEER

PARA HACER

PARA COMPARTIR